El viaje de una taza de Café Sarasa perfecta: del cafetal a tu hogar

Cuando saboreas una taza de Café Sarasa, estás disfrutando mucho más que una bebida: estás participando en un viaje lleno de historia, dedicación y excelencia. En este artículo, te invitamos a recorrer el viaje del café desde su origen en las montañas colombianas hasta llegar a tu hogar como una experiencia sensorial inigualable.

Todo comienza en la finca Buenavista, ubicada a 1.750 msnm en San José, Caldas. Allí, bajo un microclima privilegiado y con la influencia del Nevado del Ruiz y el río Cauca, florecen nuestras variedades Caturro, Castillo Zona Centro y Colombia. Cada grano es cultivado con prácticas sostenibles y seleccionados por manos expertas que

dan vida a un producto auténtico.

Luego de la cosecha, el café pasa por un meticuloso proceso de beneficio húmedo, seguido por un secado al sol que intensifica sus notas aromáticas de caramelo, chocolate y melón. La trazabilidad y el respeto por el medio ambiente marcan cada paso, respaldados por certificaciones como UTZ y Denominación de Origen.

Después, nuestros granos son tostados con precisión para resaltar su perfil sensorial único: cuerpo redondo, acidez cítrica media y un final prolongado y balanceado. Este café de especialidad se empaca con cuidado y viaja desde Colombia hasta hogares alrededor del mundo, llevando consigo una historia de tradición, sostenibilidad y sabor.

En Café Sarasa creemos que cada taza cuenta una historia. Y esa historia empieza con la tierra, el trabajo de nuestras comunidades caficultoras y termina contigo, que valoras la calidad y eliges un café premium con propósito.